Salomé García: La guerra de todo el pueblo
En el ensayo Sobre la violencia (1969), Hannah Arendt concluye que “cada reducción de poder es una abierta invitación a la violencia; aunque solo sea por el hecho de que a quienes tienen el poder y sienten que se desliza de sus manos, sean el Gobierno o los gobernados, siempre les ha sido difícil resistir a la tentación de sustituirlo por la violencia”. Desde una lectura feminista, esta idea se pudiera explicar también en las palabras de la antropóloga Rita Segato: “La precarización de la posición masculina pone en cuestión su potencia. Y por lo tanto solo queda la violencia —sexual, física, bélica— para restaurarse en la posición masculina”. Para seguir leyendo…
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