Enrique del Risco (Enrisco): Obras encogidas

Archivo | Libros | 14 de diciembre de 2022

Cuando Luis Felipe, junto a otros miembros de la editorial, inició el proyecto de Ediciones Poramor (¿al arte? ¿Poramor se está hasta matando?) yo era -literalmente- uno de los autores que tenía más a mano. Puro sociolismo que les agradezco. Por fortuna los cuentos apenas pasaron por el escrutinio cómplice de Luis Felipe y de alguien más en dicho sello, de ahí que pudieran ver la luz historias como aquellas: la de la biografía de Carlos Marx que no conseguía ingresar a un núcleo del PCC, la de la suerte de una oscura tribu de cazadores de noticias, la de una brigada de estudiantil por la Sierra Maestra que terminaba mutilando a uno de ellos guajiritos que había ido colonialmente a redimir.

Las ilustraciones y el diseño de portada corrieron a cargo de Armando Tejuca, a quien nunca le agradeceré bastante todo el talento derrochado en mejorar visualmente mis libros a lo largo de los años. Quisimos que cada detalle se convirtiera en una burla de algo. Desde el título Obras encogidas, que sería complementado por una numeración exagerada de las páginas -en realidad solo 24-, que aunque planeé elevarla hasta 600 apenas se pudo alterar hasta las cincuenta y tantas. Mi propia minibiografía era una parodia de la de aquellos escritores “revolucionarios” que exhibían cuanto mérito “combativo” pudieran atribuirse: desde participar en los combates de Girón a ser secretarios del sindicato en su centro de trabajo. La lista de “últimos libros publicados” era igualmente paródica, en la que se mezclaban títulos reales con otros de libros inexistentes como La leve determinación del ser social o Historia Universal con final feliz.

Difícil imaginar comienzo más modesto de una carrera que nunca ha brillado demasiado. Si no por las historias que contiene Obras encogidas, es por la sarta de complicidades que lo hizo posible que, en vez de renegar de este librito, lo celebro con orgullo. Muchas gracias a todos los que hicieron posible su aparición o que luego ayudaron a promoverlo en la -literalmente- oscura Cuba de la primera mitad de los años 90. Para descargar el libro…