Darío Alejandro Alemán: La Resistencia, los Anonymous de Cuba / ‘Para nosotros esto es una guerra’

DD.HH. | 15 de abril de 2024
©La Resistencia Cuba

Los hackers son los antihéroes de estos tiempos. Esconden sus identidades detrás de un ordenador, y cuando se muestran lo hacen con una máscara de Guy Fawkes y la voz distorsionada. Ceros, unos y conexión a Internet les bastan para causar importantes fugas de información y, a menudo, desastres de magnitud insospechada. No tienen país, pero sí bandera: la de un sujeto que por rostro lleva un signo de interrogación. Como los habitantes de Fuenteovejuna, responden a un único nombre: «Anonymous». En, Cuba, sin embargo, son conocidos como «La Resistencia».

En la mañana del 25 de febrero de 2024, los usuarios que entraron al sitio web de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos de Cuba se sorprendieron al encontrar fotografías que mostraban escenas de violencia policial en la isla y varios carteles que exigían la liberación de los presos políticos del régimen. Previamente, las autoridades cubanas, que elogiaban las MIPYMES como actor decisivo en sus planes de reconstrucción de la economía nacional, se enteraron de que había sido hackeada, y hecha pública, la base de datos del Registro Central Comercial. Apenas unos días antes, 14 GB de datos pertenecientes al Ministerio de Turismo, que contenían las quejas de clientes hospedados en los hoteles de Sol Meliá, fueron robados y puestos a disposición de todos los usuarios de la red de redes. Detrás de cada uno de estos hechos —y otros similares— está La Resistencia.

Tardaron una semana en responder la petición de entrevista solicitada a través de su perfil en X. Supuse que preferían no hablar, que evitarían exponerse de cualquier forma. Pasados unos días, me contactaron mediante una cuenta anónima de Telegram.

Durante nuestros intercambios, mi interlocutor —o mis interlocutores— fue meticuloso; ni el más mínimo indicio sobre las identidades detrás de La Resistencia. «Estábamos verificando información sobre usted. No tenemos mucho tiempo, pero vamos a dar la entrevista», dijo. En rigor, se trataba de una única voz que, distorsionada con algún programa de ordenador, jamás abandonó la primera persona del plural. 

¿Qué es La Resistencia Cuba?

Nos hacemos llamar de esa manera por lo que la palabra significa y por las actividades que realizamos desde el área de la seguridad informática en la lucha contra la dictadura. Simplemente somos un grupo de cubanos con conocimientos en esta área que decidimos dedicar algún tiempo, o mucho tiempo, a ayudar en la lucha contra esa dictadura cruel. Damos lo que sabemos hacer y no podemos quedarnos de brazos cruzados con lo que está pasando en nuestra isla.

Supongo que se lo pensaron para dar esta entrevista.

En realidad, queremos hacer esto lo más público posible. Tenemos la gran dificultad de que pocas personas nos acompañan en este tipo de actividad, y por eso agradecemos esta entrevista. Contamos con muchísima información, hemos vulnerado varios servidores, pero tenemos poca visibilidad.

Sin embargo, tienen un perfil en X desde donde difunden cada una de sus acciones y la información que extraen a las instituciones del régimen.

Justo comenzamos el trabajo en redes para hacer público nuestro trabajo. Lo hicimos en X porque no tenemos mucho tiempo para estar escribiendo en las redes sociales. Además, ese no debiera ser nuestro trabajo, y lo hacemos de una manera que no es la más óptima. No somos comunicadores ni tenemos tantos seguidores y, lamentablemente, este tipo de acciones, que son fundamentales, no son muy visibles. Pero esperamos que en un futuro las personas, y los cubanos principalmente, puedan hacerse eco y saber lo que hacemos.

¿Se consideran los Anonymous de Cuba?

Todos sabemos lo que significa «Anonymous»: es una manera de hacer activismo antisistema desde el anonimato. Si seguimos por esa línea, nosotros podemos considerarnos parte de ese movimiento y decir que somos Anonymous en Cuba. Pero no somos una organización física. Todos pueden ser Anonymous, aunque creemos que se ha prostituido un poco esa palabra. Nosotros lo somos porque tenemos que mantenernos en el anonimato, pero no creemos que sea importante clasificarnos así.

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